La semana pasada volvimos a las andadas en nuestro taller de serigrafía impartiendo un curso de iniciación dedicado a todos los socios interesados. Veintiuna personas han tenido la oportunidad de descubrir cómo trabajamos y de llevarse para casa láminas serigrafiadas por ellos mismos e incluso camisetas y bolsas personalizadas.

La jornada comenzó con una pequeña explicación de los pasos que hay que seguir para preparar una pantalla con nuestro diseño y cómo serigrafiar una vez está lista; todos se han llevado una pequeña guía con todos los pasos. Después de esta breve charla, nos pusimos manos a la obra.
Teníamos preparadas varias pantallas emulsionadas, es decir, con una capa uniforme de un líquido rosa fotosensible, y los fotolitos, estos son diseños impresos en negro sobre un acetato transparente. Con estos dos elementos, los grupos empezaron insolando una pantalla, proceso que consiste en pegar el fotolito en la pantalla y exponerla varios minutos a una luz muy potente. Ya que la emulsión es fotosensible, ésta se fija en las zonas donde incide la luz, al contrario de lo que pasa en las zonas tapadas por el fotolito, que al no darles la luz quedan sin fijarse. De esta forma, cuando pasados unos minutos lavamos la pantalla, queda sin emulsión el hueco de nuestro dibujo.

Les enseñamos cómo ajustar la pantalla en el pulpo y cómo tienen que hacer para que el diseño quede perfecto: “pasar la rasqueta sin hacer mucha presión y en un ángulo aproximado de 45º”. También les enseñamos a hacer una capa de protección una vez acabamos para que la tinta no se seque en la pantalla.
Empezamos con diseños de un solo color sobre una lámina de papel y continuamos la jornada experimentando con varios colores. Además, los más atrevidos serigrafiaron sus camisetas.

Estas son las bases de un curso cargado de proyectos serigráficos en varios tipos de soporte. Todas las novedades al respecto podrán verse en Instagram.