¿Creatividad en las aulas?
Con motivo del día mundial de la creatividad, me gustaría hablaros de un debate al que asistí el pasado jueves 15 de Abril. Se llamaba Smartick por la Educación, un debate sobre La Educación en España moderado por el filósofo Jose Antonio Marina en el que participaba un responsable de educación del PP, otro del PSOE, otro de Ciudadanos y otro de Podemos, con el objetivo de exponer sus ideas y propuestas en este año electoral.
No os voy a contar todo lo que se habló allí pero, como estudiante de Diseño, me interesó la cuestión de que en ningún momento se comentó mejorar en la enseñanza de la creatividad. Se habló de segregación, de educar en valores, de colegios concertados o de evaluar al profesorado pero en ningún momento se trató el tema de la creatividad en las aulas.
Mi experiencia reciente en el paso por el sistema educativo me hace bastante consciente del poco valor que se le da a la creatividad en el colegio, la cual llega a ser despreciada y para aquellos escépticos puedo asegurar que lo he sentido en mi propia piel: recuerdo el día que llegué a casa llorando porque mi profesora me había reñido por dibujar “mal” una casa, por no hacerla con tejado triangular, dos ventanas y una puerta; mientras que yo lo único que había hecho era inventarme una a mi gusto, como hacía mi padre, arquitecto.
Es cierto que la creatividad va en uno mismo, que no se enseña y que igual que unos son más capaces de hacer cálculos mentales otros pueden ser mejores generadores de soluciones, pero también es cierto que todo se puede mejorar ¿por qué no se potencia en lugar de despreciarla? Tenemos libros y métodos (el propio Jose Antonio Marina ha escrito sobre ello) que nos demuestran que se puede enseñar de otra manera. ¿Por qué ni siquiera se intenta o se propone? ¿Por qué no está en los planes de estudio ni en los programas electorales?
“No se puede evaluar” dicen algunos. Y puede que tengan razón, yo no tengo la respuesta, pero no por ello debe eliminarse a toda costa pues puede que el aprendizaje que obtengas si la ejercitas valga mucho más que una matrícula.
“Dos más dos no tiene una respuesta divergente. Ni el Siglo de Oro Español.” dirán otros. Pero ¿saben qué? No es del todo cierto, las matemáticas no son sumas, la literatura no es empollar autores, la filosofía no es estudiar teorías de otros, la ciencia no es copiar y soltar fórmulas o listas de músculos en los exámenes. Un problema de lógica exige de creatividad para resolverse, un cuento o un poema requiere que sea creado, encontrar una forma para medir el ángulo con el que nos llega la luz del sol necesita una idea, un ensayo precisa una opinión diferente a todo lo anteriormente dicho…
Todo progreso parte de la creación de algo nuevo. Desde el clip hasta el ordenador pasando por la lavadora, los cubiertos, los bolígrafos o las películas de animación estamos constantemente rodeados por cosas que ha inventado, diseñado o creado alguien. Si el objetivo de la educación es formar personas completas la creatividad no puede ser despreciada porque es el germen de la solución exitosa de los problemas sin resolver, sean a la escala que sean, (además de la precursora de la innovación o la cultura).
Entonces, señores y señoras políticos, ¿a qué están esperando?
Para finalizar os dejo con este vídeo de Ken Robinson sobre un modelo de educación creativa.
Podéis leer el artículo que publicamos sobre la creatividad, ¿Qué nos ocurre con la creatividad?
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