Mobiliario creativo: el colegio al que todos habríamos querido ir.
Cuando ves las aulas de un colegio, con todas sus sillas y mesas alineadas, perfectamente ordenadas, las palabras que vienen a tu mente son: disciplina, estandarización, orden, pero posiblemente también aburrimiento, desmotivación, castigo… Y lo mismo puede ocurrirte cuando entras en una oficina común.
Uno de los elementos clave para tener éxito es la motivación, si no la encontramos en este tipo de espacios… algo falla, ¿no creéis?
Rosan Bosch y la importancia del mobiliario en la escuela
Rosan Bosch es una diseñadora de origen holandés que cursó estudios en la Hogeschool voor de Kusten en Utrecth (Holanda) y en la Universitat de Bellas Artes de Barcelona (España). Es fundadora del estudio interdisciplinar de arquitectura y diseño de interiores Rosan Bosch Studio con sede en Copenhague, Singapur y, próximamente, Madrid.
Se trata de una de las diseñadoras pioneras en la innovación educativa a través del diseño de nuevos espacios y mobiliario. Ha llevado a cabo numerosos proyectos en varios colegios de Dinamarca y Suecia (muchos de ellos públicos) o en ciudades como Abu Dabi. Su proyecto más reciente ha tenido lugar precisamente aquí, en España, en el colegio Liceo Europa de Zaragoza.
La razón por la que Rosan Bosch se involucró en este tipo de proyectos, es porque cree que “hay que evitar que el colegio apague la creatividad de los niños”. Los niños ya son creativos por naturaleza, lo que hay que evitar es que la monotonía y rigidez de las aulas les vaya quitando estas cualidades tan necesarias actualmente.
La diseñadora fue testigo, en su propia piel, de cómo sus hijos cada vez estaban menos motivados cuando tenían que ir a la escuela, deseaban que llegara el fin de semana para tener tiempo libre, y Rosan se dio cuenta que no podía ser así. Ella quería diseñar un colegio que hiciera que sus hijos no quisieran volver a casa, un espacio que les motivara para investigar, para aprender… porque en realidad, ese el objetivo de cualquier escuela, ¿no?
La clave del diseño
Uno de los principales objetivos a la hora de rediseñar los espacios, fue que los niños tuvieran la posibilidad de tomar decisiones sobre dónde preferían estar, ya que los seres humanos somos diferentes y nuestro cerebro funciona de forma distinta. Unos necesitan silencio y tranquilidad para digerir nuevos conceptos, mientras que otros prefieren un estilo colaborativo y de debate. En la configuración de las escuelas convencionales no tienen esta posibilidad, y el hecho de poder decidir dónde prefieren sentarse a estudiar les dota de capacidad de decisión e independencia, cualidades muy buscadas en el mundo laboral actual. Si un adulto no aguanta más de 20 minutos en una charla sin perder la concentración, ¿cómo van a soportar los niños horas y horas inmóviles ante el profesor?
Liderazgo, capacidad de aprender por uno mismo, buscar y contrastar información o saber concentrarse cuando hay muchas distracciones, son aspectos que pretende fomentar Rosan Bosch en sus escuelas ya que es, justamente, lo que buscan las empresas en sus trabajadores actualmente.
La escuela “sin paredes”
Rosan Bosch crea paisajes de imaginación, donde la fantasía de los niños es el único límite. Como hemos dicho, su máxima es el hecho de que cada alumno tiene una forma de adquirir conocimiento, y por ello crean una gran variedad de espacios que se adapten a cada niño y cada situación. Para diferenciar estos espacios, han creado una serie de códigos pedagógicos, que clasifican cada entorno y que además se corresponden con las distintas preferencias de los más pequeños a la hora de aprender:
- “Mountain”- “Show-off”: Elementos para la comunicación, hablar a todos los compañeros, colgar un mensaje, etc.
- “Cave”: Son espacios de concentración y de no-comunicación, donde los niños se encierran en sí mismos, pero que también puedan ver lo que están haciendo los demás.
- “Camp Fire”: Espacios para debatir, comentar y reunirse en grupos pequeños.
- “Watering Hole”: Son las zonas como pasillos o entradas en los que sueles coincidir con otros compañeros. Lugares de paso e intercambio rápido de conocimiento.
- “Hands on” – “Laboratory”: Estas áreas están reservadas para el ruido, la experimentación, para usar el cuerpo, las manos… Como los laboratorios de ciencias o física.
Cambiar siempre da miedo…
Esta forma de enseñanza tendrá seguramente muchos detractores, pero también seguidores. Únicamente debemos reflexionar sobre el hecho de que el diseño de un espacio, puede cambiar nuestra forma de actuar, movernos, comportarnos… y debemos analizar nuevas estrategias de enseñanza para formar individuos con más y mejores capacidades, adaptándonos a los nuevos tiempos.
No os perdáis la charla TEDx de Rosen Bosch, ¡qué la disfrutéis!
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