Los residuos plásticos acumulados en los océanos por la actividad humana representan a día de hoy uno de los principales problemas medioambientales

Un estudio de la revista científica Science revela que entre el 15% y el 40% del plástico producido globalmente entra en el océano cada año. Esto supone que son más de 8 millones de toneladas de plásticos los que terminan en el mar anualmente; es decir, lo equivalente a tirar un camión entero de plásticos cada minuto

En la próxima década nuestros océanos tendrán alrededor de un kilo de plástico por cada tres kilogramos de pescado. Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2017

Con estos datos es inevitable pensar en la necesidad de desarrollar tanto mecanismos que permitan reducir al mínimo la generación de residuos plásticos, como alternativas sostenibles a los actuales procesos y materiales de fabricación utilizados en el desarrollo de la mayoría de productos.

Es en estos campos donde la empresa Sandhelden ha logrado grandes avances a través de una tecnología de fabricación innovadora y que cada día gana más adeptos debido a su gran potencial, la impresión 3D.

Sandhelden es una empresa alemana situada en Múnich, pionera en el desarrollo de productos mediante la tecnología binder jetting. Esta tecnología de fabricación aditiva permite desarrollar productos, dentro de un gran abanico de materiales y colores, mediante la repetición de un proceso que se basa en la deposición de un aglutinante sobre una capa de polvo pre-depositada del material deseado. Combinando la variedad de materiales compatibles con esta tecnología y la libertad de forma que otorga la impresión 3D, se logra un proceso de fabricación que permite un gran rango de posibilidades y de aplicaciones en el mercado actual

Los productos desarrollados por esta empresa formada por un joven y diverso equipo de profesionales entre los que se encuentra Carlos Castillo, exalumno de la ETSIDI y actual responsable del departamento de diseño del producto, están hechos a base de arena de cuarzo de alta calidad y el aglutinante utilizado para unir las capas de material.

El proceso de fabricación se inicia con el diseño a escala real del producto. La forma es determinada al más mínimo detalle con el objetivo de conseguir un producto de alta calidad y que cumpla con las exigencias del consumidor. Una vez el diseño ha sido aprobado, se procede a la fabricación del objeto 3D mediante la tecnología binder jetting o Inyección de aglutinante. Cuando ha terminado el proceso de impresión, la arena de cuarzo en polvo sobrante es retirada mediante una pistola de aire comprimido y reincorporada al proceso de fabricación para minimizar el gasto de material. A continuación, y con el objetivo de mejorar las propiedades técnicas, este se rocía con sustancias químicas compuestas por una mezcla de resinas. Por último, la superficie pasa por un proceso de lijado y lacado para conseguir un acabado óptimo

El resultado final es un producto estético de gran calidad, que sigue una línea elegante y orgánica compuesta por patrones que generan una estructura geométrica con un diseño llamativo y equilibrado que nos evocan a imágenes de elementos naturales. A una gran variedad de diseños, se suma la capacidad de poder personalizar el producto a través de la pagina web de Sandhelden, adaptándose a las necesidades del consumidor y ofreciendo al mismo un producto individualizado y único.

Sandhelden ha participado también en el desarrollo de encargos personalizados por parte de clientes privados. Entre ellos se encuentra la colaboración con el escultor alemán Hedi Xandt, mediante la cual una de sus obras ha sido diseñada y desarrollada combinando arena de cuarzo, impresión 3D y la tecnología binder jetting. El resultado es un producto ‘idéntico’ a la obra de arte original, abriendo un camino a la fabricación en serie de productos desarrollados a imagen y semejanza de una creación única por parte del artista.

Además de las innovaciones realizadas ya en el mundo de la impresión 3D con el desarrollo de productos mediante materiales no utilizados hasta el momento que han demostrado cumplir con las exigencias que requiere el producto, Sandhelden trabaja en numerosos proyectos que buscan implementar soluciones a problemas técnicos y medioambientales de la actualidad.

Uno de ellos busca dar solución a la gran cantidad de residuos plásticos acumulados en el océano y que representan una amenaza para el ecosistema marino debido a su constante crecimiento. Sandhelden trabaja en la posibilidad de utilizar estos residuos que, a través de un proceso basado en la congelación y posterior triturado de estos hasta conseguir un tamaño de grano similar a la finura de la harina comercial (60 Mü), son convertidos en materia prima para el desarrollo de nuevos productos. De esta manera se consigue reducir la presencia de estos residuos en el mar y darles un nuevo uso en el mercado. Las técnicas actuales necesitan de un 20% de plástico nuevo, pero Sandhelden trabaja en la utilización de plástico 100% reciclado.

Combinando esta idea con la impresión 3D, se consigue desarrollar un proceso cuyo resultado final son productos hechos a base de plástico procedente en su totalidad del océano y que, una vez su ciclo de vida finaliza, pueden ser triturados y reincorporados al proceso de fabricación con el fin de generar nuevos productos, incorporándose así a una economía circular.

La apuesta por un nuevo modelo de producción que busque vías alternativas en el desarrollo de productos sostenibles compuestos por materiales respetuosos con el medioambiente y procesos de fabricación innovadores es ya una realidad a la que cada vez se suman más seguidores. Los diseñadores tienen la responsabilidad de implementar medidas que favorezcan un nuevo sistema productivo, y empresas como Sandhelden apuestan por ello y demuestran que un diseño puede, de manera simultánea, cuidar la forma y cuidar la Tierra