Entrevistamos a los hermanos Mingarro, Juan y Alejandro, una pareja de ilustradores cuyo estilo no pasa desapercibido. Procedentes de Binéfar (Huesca) actualmente poseen un estudio de ilustración en Barcelona, que destaca por su estilo optimista y fresco, a la vez que profesional.

¿Por qué Brosmind?

Es un nombre inventado al que llegamos por casualidad. Buscábamos una palabra con sonoridad inglesa, pero lo cierto es que en su momento no fuimos conscientes de la literalidad de su significado (hermanos + mente).

¿Cómo definirías vuestro estilo?

Fresco y optimista, con toques de fantasía y humor.

¿Cuándo supisteis que habías encontrado vuestro camino en la ilustración?

Cuando el mercado comenzó a identificar la singularidad de nuestro estilo y a pedir encargos en esa línea.

¿Cómo os planteáis el inicio de un proyecto? ¿Qué es a lo que más importancia le dais?

Simplemente nos sentamos juntos y hablamos sobre ello, reflexionamos acerca del enfoque, la idea, la conceptualización… es la parte más importante del proceso y a la que más tiempo dedicamos. Una vez que tenemos clara la idea básica es cuando por fin cogemos el lápiz y comenzamos a bocetar.

¿En qué os inspiráis?

Tratamos de beber de nuestro propio mundo interior, una especie de biblioteca mental que compartimos y hemos ido enriqueciendo gracias a todos los años que hemos vivido juntos.

En un proyecto, ¿cómo os dividís el trabajo?  ¿pensáis que ser dos puede ir en vuestra contra?

En nuestro caso ser dos es una ventaja. Pensamos de un modo muy parecido, y hemos desarrollado exactamente el mismo estilo de dibujo. Trabajamos simultáneamente en la misma hoja de papel y tan solo repartimos nuestras tareas al final, en las fases técnicas de entintado y coloreado.

¿Cuándo sabéis que una ilustración está acabada?

Un ilustrador sabe perfectamente cuándo el trabajo está terminado. Sin embargo, es común que el afán de perfeccionismo provoque la necesidad corregir pequeños detalles que siempre se pueden mejorar. Es algo que puede llegar a eternizarse, pero al final te das cuenta de que estás modificando cosas que nadie más que tú va a detectar.

¿Siempre habéis tenido claro que la ilustración iba a ser vuestra profesión?

No, pues siempre consideramos nuestra afición al dibujo como un hobby. De hecho, nos sorprendió muchísimo que nuestra trayectoria profesional tomase ese camino.

Sois de Huesca, ¿vuestros orígenes han tenido influencia en vuestros trabajos?

Más que la provincia o la región, lo que marcó la diferencia fue el hecho de vivir en un pueblo pequeño (Binéfar) donde no había una oferta de entretenimiento equiparable al de las grandes ciudades. Sin duda aquello avivó nuestro ingenio y ejercitó nuestra imaginación y reflejos creativos.

¿Cuál ha sido el proyecto del que os sentís más orgullosos?

Todos nuestros proyectos personales. Al estar realizados durante nuestro poco tiempo libre, todos ellos son un gran logro para nosotros, y creemos que representan al 100% nuestras inquietudes y personalidad creativa.

Los dos estudiasteis carreras a las que luego no os habéis dedicado, si pudierais volver a atrás, ¿tomarías las mismas decisiones?

No modificaríamos nada. No creemos mucho en los planes maestros, y pensar que las cosas serían mejores si tuviésemos la oportunidad de cambiar algunas cosas de nuestro pasado es ingenuo.

¿Preferís trabajar en proyectos españoles o de carácter internacional?

No se puede generalizar, pero a nosotros nos da menos quebraderos de cabeza trabajar para clientes del extranjero.

Actualmente, tenéis vuestro estudio en Barcelona, ¿pensáis que Madrid está retrasada en cuanto a diseño respecto de la capital catalana?

Nuevamente, no se puede generalizar. No se puede meter en el mismo saco a todos los diseñadores de una ciudad simplemente porque sean vecinos. No creemos mucho en las etiquetas o en los tópicos, especialmente en los territoriales.

Si vosotros también habéis alucinado con esta pareja de ilustradores, podéis encontrar todos sus proyectos en Brosmind.