La necesidad de captar momentos e imágenes reales es algo que siempre ha acompañado al ser humano, desde el uso de la pintura para retratar personajes o momentos históricos, hasta el uso de imágenes digitales hoy en día.

Todo comienza en 1826 cuando Joseph Niepce logra la fabricación de un primer artefacto construido con madera, que se basa en los principios de la cámara oscura y mediante el cual consigue retratar en una placa de peltre el patio de su casa. Más tarde se asocia con Louis Daguerre quien da lugar al primer procedimiento fotográfico.

En los años posteriores diversos científicos e investigadores continúan desarrollando estos primeros modelos dando lugar a cámaras más fáciles de utilizar y transportar.

Cabe destacar que todo esto ocurre en una época de cambio, a inicios del siglo XIX, marcada por la Revolución Industrial o  la Revolución Francesa del siglo anterior, en la que surgen cambios en las estructuras políticas y socioeconómicas abriendo paso a una sociedad más liberal e innovadora.

Así, en 1888 se funda la marca KODAK en EEUU que lanza al mercado ese mismo año la primera cámara fotográfica que permite obtener con un único rollo largo de fotografía 100 imágenes. Con este lanzamiento, que supuso un gran impacto social, Kodak pretendía enfatizar la simpleza del producto y universalizar su uso, tal y como refleja su eslogan “You press the button, we do the rest” (Tu presionas el botón, nosotros hacemos el resto).

Es así como nace la fotografía para aficionados y el uso doméstico del producto que pasa a ser fundamental en viajes familiares y acontecimientos importantes, situando a Kodak como la principal empresa de fotografía del momento.

Sin embargo, existieron otras empresas que destacaron por sus innovaciones, como es el caso de Polaroid. Esta empresa lanzó en 1947 una cámara basada en la instantaneidad de las imágenes.  Esta permitía revelar y positivar las imágenes tomadas en cuestión de 60 segundos, lo cual resultó un boom en el mercado,  convirtiéndose en un hito de la fotografía.

En los años posteriores no se producirían cambios significativos en los modelos ni en su funcionamiento, hasta 1975 cuando se crea un primer prototipo de cámara para “fotografía sin película” por Steven Sasson, en los laboratorios de Kodak. Esta almacenaba la información de una imagen en blanco y negro en una cassette de música, del que posteriormente se extraía y se transformaba en una imagen que podía verse en un aparato de televisión.

Sin embargo los directivos de la empresa desecharon la idea de producción y archivaron el modelo. Este  fue el inicio de la decadencia de Kodak.

El mercado de las cámaras fotográficas de mano se inicia en 1981 con la cámara SONY  MAVICA, basada en la tecnología de televisión que grababa en un disquete de vídeo. Era una cámara de vídeo que captaba imágenes fijas aunque de mala calidad. Lo mismo ocurrió con el modelo presentado por CANON en las olimpiadas de 1984. Este factor junto con el elevado coste de venta, en torno a 20000 $, retraso la masificación del producto. De hecho, los únicos que utilizaban en aquel entonces este tipo de cámaras fotográficas eran periodistas y personas del medio informativo para los cuales la utilidad superaba el precio.

No es hasta 1988 que los usuarios empiezan a consumir el producto, con modelos como la Canon-250 Xapshot o la Nikon QV-1000C, los cuales solucionaban los problemas de calidad y ofrecían imágenes en escalas de grises. Es destacable como el diseño de estos modelos se asemejaba a una cámara moderna Reflex.

Ya a partir de estas fechas con la aparición del teléfono móvil, se empieza a pensar en la posibilidad de fusionar el teléfono y la cámara fotográfica, siendo en 2002 cuando se comercializa el primer modelo con cámara equipada, en Japón, el J-SH04 de Sharp Corporation. Ese mismo año se comercializó un modelo fabricado por Sanyo en Norteamérica. Para el año 2006 la mitad de los móviles del mundo llevaban una cámara incorporada, y comenzaron a salir camera-phones con cámaras de hasta 5 megapixeles como el Samsung SGH-G800 de 2007. En este mismo año comienza la inserción de la pantalla táctil con el i-phone 3G y los teléfonos comienzan a incorporarla en vez de las teclas convencionales, enfatizando entre otras cosas la utilización de la cámara, la cual mejoró muchísimo llegando a doblar la cantidad de megapíxeles en 2010, incorporando sistemas de autoenfoque, etc.

Y así llegamos hasta nuestros días, en los que hacer una fotografía es algo cotidiano, instantáneo y accesible a todo el mundo, algo que además es utilizado en la actualidad como una forma fundamental de mostrarnos ante el mundo. Ligado a la aparición y el avance de internet y redes sociales, la fotografía se ha situado como una forma de mostrar nuestra vida y al fin y al cabo, como una forma de vivirla.

Escrito por Carlos Quiroga Ortega y Alejandro Ramírez Rojas