En China, el auge de la economía y el desarrollo de la tecnología y la ciencia, están provocando que el país avance a pasos de gigante en la modernización de sus infraestructuras y servicios sociales. La arquitectura, y el diseño en general, juegan un papel fundamental para hacer todo esto posible, dando lugar a espacios novedosos y modernos que suponen, al mismo tiempo, un impulso cultural y artístico para el país.

Esta “fiebre” por levantar las estructuras más modernas estructuras no solamente se limita a Beijing o Shanghai, como principales ciudades, sino que se está extendiendo a todas las regiones del país, rediseñando su skyline. La inversión para poder financiar todos estos proyectos viene de la mano del gobierno junto con el sector privado, ambos concienciados de que el arte y la cultura son las bases para reforzar la identidad nacional de China y posicionarla como una superpotencia mundial, no sólo económica, sino cultural.

Ejemplo de ello, es la biblioteca de MVRDV, una empresa holandesa que trabaja alrededor de todo el mundo innovando en el campo de la de la arquitectura y  el  urbanismo.

Este espacio cuenta con 34.200 m2 y forma parte del nuevo Centro Cultural Binhai, en Taijin. El edificio contiene en su interior una gran sala principal, cuyo centro es un auditorio esférico, generando un efecto similar a un gran ojo, que otorga vistas panorámicas del proyecto. Alrededor del mismo,  se encuentran estanterías adosadas y gradas que sirven de espacios de trabajo.

Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries, fundadores de esta empresa, explican que “la panorámica de 360° del espacio interior crea un ambiente orgánico y reflexivo”, un espacio ideal para leer, sentarse o simplemente, apreciar.

Sin embargo, y a pesar de que este último noviembre las obras han avanzado considerablemente, se espera que la biblioteca abra sus puertas a mediados de 2017.

Esta biblioteca no se el único ejemplo de los esfuerzos de China por reforzar su identidad, multitud de proyectos innovadores y ambiciosos se están llevando a cabo, y es en ellos donde el diseño juega un papel decisivo. Estas estructuras no sólo deben ser espacios funcionales y accesibles, estarán destinadas a servicios sociales y a la educación, por lo que serán lugares que deberán convertirse en plataformas para promover ideas y desarrollar la práctica del arte.

El hecho de utilizar espacios abiertos, habilitar salas de trabajo en común o incluso, y de forma más concreta, crear bibliotecas como la de MVRDV; tiene como objetivo principal, permitir la formación de personas capaces de crear proyectos de todo tipo que sigan impulsando cultural y económicamente a China.

Este hecho, que un país, cada día más potente, apueste por el arte y la cultura como refuerzo de la identidad del mismo; desemboca en riqueza para China y para todos sus habitantes, tanto a corto como a largo plazo.