¿Qué pasará cuando llegue el día en el que la polución sea tan grande que ni con todos los árboles y plantas del mundo podamos compensarlo? Ya en muchas ciudades podemos ver esa espesa capa gris que cubre el cielo, haciéndonos imposible ver más allá de ella.

Vivimos en una época donde el calentamiento global es uno de los mayores problemas medioambientales que sufrimos. Ahora es más necesario que nunca toda la colaboración posible. En Madrid, el coche es uno de los medios de transporte más utilizados y por ello uno de los principales causantes de la polución del aire, poniendo la capital en el punto de mira de muchas de las asociaciones medioambientales más importantes del mundo.

No es de extrañar en este caso que la empresa Vodafone decidiera el pasado 25 de octubre, instalar en pleno Paseo de la Castellana una lona publicitaria descontaminante que purifica el aire como parte de su nueva campaña “El futuro es apasionante, Ready?”, y coincidiendo a su vez con el día de activación del protocolo anti-contaminación en Madrid. Pero esta no ha sido la única ciudad en tener una  ya que se colocó una segunda lona en Bilbao, en Gran Vía 33. Estas lonas están recubiertas por una solución de dióxido de titanio, absorbiendo el 85% de los gases contaminantes que se encuentran en el aire en un radio entre 40 y 60 metros, haciendo el mismo trabajo que 600 árboles en Madrid y 500 en Bilbao. Estas lonas estarán expuestas durante unas 3 o 4 semanas.

Pero, ¿cómo funciona? El dióxido de titanio crea un efector llamado fotocatálisis que descompone los gases contaminantes que se encuentran el aire de las ciudades como pueden ser el metano o los óxidos del nitrógeno y el azufre (NOx y SOx), y los transforma en sales de vapor y agua en presencia de la luz tanto solar como artificial. Estas lonas tienen una vida útil de 5 años. La NASA ya ha trabajado con esta solución previamente, y en otros países se ha hablado la idea que recubrir los edificios con ella, aunque no es algo que sea viable todavía ya que los costes podrían llegar a superar los beneficios.

Este proyecto llevado a cabo por Vodafone y MEC no ha sido el primero en España. En el año 2015 la empresa Shiseido en conjunto con PURETi fue la revolucionaria de estas lonas en Europa, ya que habían sido puestas a prueba previamente en Nueva York y en Tokio. Gracias a ellas ganaron el premio europeo iSCAPE (Improving the Smart Control of Air Pollution in Europe). El cartel de más de 1000 metros cuadrados estuvo colocado en Gran Via, Madrid, durante un mes, absorbiendo el mismo dióxido de carbono que 1000 árboles durante 30 días, o el carbono emitido por más de 50 coches.

Si esto es posible con un solo cartel, imaginaros lo que seriamos capaces de hacer si la mitad de los carteles publicitarios expuestos por todo Madrid fuesen descontaminantes también, y no solo un mero objeto publicitario que tapa las fachadas de edificios históricos. Es algo que el resto de empresas debería empezar a tener en cuenta.