Hasta siempre, Enzo Mari. Referente del diseño y voz crítica.

Fallece Enzo Mari, pero su legado teórico, crítico y su compromiso no solo permanecen en su obra sino que trascienden en la forma en la que miramos el diseño más allá del objeto.


Este 19 de octubre nos dejaba el artista, diseñador y maestro Enzo Mari, dos días después de la inauguración de su última exposición individual en la trienal de Milán que documenta sus más de 60 años de trabajo y a la que se suman las obras de diversos artistas y diseñadores internacionales que contribuyen a la reflexión sobre su teoría y ética del diseño.

Durante su carrera diseñó más de 1500 piezas de mobiliario y productos para diferentes marcas y fue premiado con cinco compasso d’Oro. Su primer diseño, sedici animali fue producido en 1957 por danese y se trataba de un rompecabezas infantil en el que quedan reflejados sus principios racionalistas y sus inquietudes sobre la percepción y relación entre el usuario y el objeto.

Edición en madera de roble del diseño del puzzle infantil ’16 animali ‘ de 1957.

Su visión teoría del diseño es un reflejo de su sentido crítico, su compromiso político y social. Creía en el diseño ético como meta de cada proyecto y conservó siempre ese espíritu moderno que instaba a sus compañeros a volver a esa tensión utópica de los orígenes del diseño como decía en su manifiesto de Barcelona publicado en 1999 con motivo de la Primavera del Disseny. Alessandro Mendini se refería a él como la conciencia de todos los diseñadores, Mari no es un diseñador. Si no existiesen sus objetos me importaría poco. Mari es, en cambio, la conciencia de todos nosotros, es la conciencia de los diseñadores. Esto sí importa.”

No ocultaba su desencanto con la deriva del diseño, alejándose de su sentido social hacia la moda y la tendencia, motivada por los mecanismos de producción y cultura de consumo. Era crítico con esa idea subvertida de que “la razón de la creación era la de crear algo nuevo y diferente independientemente de cual sea el resultado, de manera que el diseño recae en el formalismo sin lógica”, como afirmaba en su entrevista para Artek. Una declaración que recoge en sí misma la crítica de la sobresaturación de productos e imágenes de nuestros días, la motivación ególatra del autor del diseño y el fracaso de la promesa de democratización de la producción industrial.

Fue ese inconformismo y la convicción de sus ideas sobre lo que debería ser el diseño lo que condujo en 1974 a crear uno de sus proyectos más reconocidos, Proposta per un’autoprogettazione.


Maquetas de las piezas de mobiliario de la exposición ‘Proposta per un’autoprogettazione’ de 1974.

Mari realizó una exposición donde presentó cerca de 20 maquetas de piezas de mobiliario como sillas, mesas, camas y muebles de almacenamiento a la vez que invitaba a los asistentes a construir aquellos diseños con sus propias manos, madera y clavos facilitandoles un manual gratuito en el folleto de aquella exposición. La exposición y posterior publicación del manual tuvo un gran impacto y las reacciones fueron diversas como cuenta él mismo:


“Mis colegas prácticamente me acusaron de fascista, porque supuestamente los diseñadores debían diseñar objetos que hicieran la vida más fácil, y según ellos, yo estaba forzando a las personas a trabajar más.”

“Recibí miles de cartas, donde me hablaban del genio puro, que mis piezas les habían gustado mucho… unos decían que querían hacer todos los modelos, eran propietarios de un chalet en los Alpes o en las Montañas Rocosas y que ese estilo rústico era perfecto para un lugar como ese, así que ahora me había convertido en kitch.”


Plano de construcción de la silla sedia 1 de la publicación del libro ‘autoprogettazione?’

Hoy en día su idea puede sonarnos bastante familiar, nos recuerda al concepto de do it yourself incluso al de diseño abierto al instar a la gente a introducir cambios en sus diseños, sin embargo en aquel contexto fue algo transgresor y su intención iba más allá que el montaje y “hackeo” de un mueble de diseño.

Giulo Carlo Argan escribía sobre la exposición “No se trata del hazlo tú mismo que predican los estadounidenses para usar su tiempo libre; al pensar con tus propias manos, al hacer tus propias ideas, elaboras con más claridad […] Mari tiene razón, todos debemos diseñar; en el fondo, es la mejor manera de no ser diseñados.”

Con la autoproducción, Mari proponía hacer a las personas partícipes de la producción del diseño, estableciendo un vínculo directo entre el diseñador y el usuario y lo más importante una relación directa entre el usuario y el objeto. Se trata de un acto de emancipación respecto a las formas de consumo y un empuje hacia un cambio de perspectiva en la forma de entender los objetos, liberándonos de la significación de la mercancía, comprendiendo su forma, su construcción, su material y haciéndolos más nuestros.

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