Vivir entre plástico puede no estar tan mal

Cada año se producen alrededor de 500 mil millones de botellas de plástico, contando todo tipo de envases suman 335 millones de toneladas y, añadiendo las fibras sintéticas, cuerdas… Greenpeace publica una estimación de que en 2020 superaremos los 500 millones de toneladas anuales.


Existen múltiples propuestas para frenar esta catástrofe medioambiental, desde gente que aporta su granito de arena convirtiendo envases en decoración, hasta grandes proyectos que, por ejemplo, hacen esculturas con este material. Una de las propuestas hasta ahora más eficaces es una innovadora forma de arquitectura a partir de bloques de plástico.
Hace doce años, el arquitecto Óscar Méndez desarrolló su tesis sobre cómo construir una vivienda con plástico. Mientras tanto, el colombiano Fernando Llanos trabajaba en la misma idea al darse cuenta de que trasladar los materiales para su vivienda hasta el lugar de destino sería muy costoso. Poco después, ambos se pusieron en contacto y construyeron una casa a partir de ladrillos plásticos que funcionaban como piezas de lego.


Actualmente tienen su propia empresa, Conceptos Plásticos, que desarrolla ladrillos de tres kilos y de tamaño idéntico a uno de arcilla. Estos bloques aíslan el calor, cuentan con aditivos que retrasan la combustión, son termoacústicos y poseen una sismoresistencia acreditada ante la normativa colombiana.
Juntos han vencido ya más de 26 iniciativas internacionales con impacto social, como la creación de albergues para refugiados con el que se reciclaron más de 200 toneladas de plástico.

Después de esta interesante iniciativa, el primero en crear una máquina que convierte los plásticos en bloques fue Peter Lewis, el creador de ByFusion, máquina que desarrolla ladrillos a través de un proceso que tritura, funde y compacta todo tipo de plásticos. Hoy en día, este es el nombre de su empresa, que con el lema ‘Convertir un desastre medioambiental en un producto útil’, además de reutilizar todo tipo de plásticos (ya que normalmente solo se aprovechan tres clases de las siete existentes), utiliza el mismo agua ininterrumpidamente en períodos que oscilan entre 10 y 16 semanas.

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Peter Lewis, creador de ByFusion

Los bloques que resultan del proceso son coloridos y heterogéneos, pero no están pensados para ser vistos. Una vez se han obtenido los bloques plásticos, estos se insertan en barras verticales de acero, sin necesidad de adhesivos ni pastas para la unión, y se recubren con un acabado.
Esta idea está siendo desarrollada por pequeñas empresas y asociaciones entre las que cabe destacar el proyecto Wasted.

'Lugares para una segunda vida'. Puntos donde se han reutilizado plásticos para darles un nuevo uso en la ciudad
‘Lugares para una segunda vida’. Puntos donde se han reutilizado plásticos para darles un nuevo uso en la ciudad

Esta iniciativa surgió en Ámsterdam es 2015 con la idea de incentivar a los vecinos a reciclar dándoles una recompensa por hacerlo. Al principio, el plástico se recogía en las casas de los vecinos inscritos al proyecto y se les daba a cambio unas monedas verdes que podían canjear en diversos locales de la ciudad. Con el paso del tiempo, el proyecto se ha ampliado al reciclaje también de vidrio, papel y textil y actualmente funciona de forma online. Cada vecino que quiera participar se registra y recibe un pack de bolsas donde echar sus residuos y unas instrucciones de cómo separarlos. Cada vez que va a echar la basura, escanea el código QR del contenedor y sube una foto de su bolsa, así, automáticamente recibe los descuentos en su teléfono móvil.
Su página web ha contabilizado no solo 1802 vecinos en el proyecto, si no que también hay 1000 personas que participan en los proyectos educativos que conciencian a ciudadanos de todas las edades y muestran como funciona el proceso de reciclaje en los laboratorios.
Los bloques creados con estos residuos se utilizan para crear mobiliario urbano, así como posibles útiles para los comercios involucrados.

Ámsterdam es una de las ciudades líderes en reciclaje y, teniendo en cuenta la gran cantidad de residuos que producimos, todos deberíamos concienciarnos y fomentar este tipo de iniciativas que realmente pueden causar impacto. Quizá, en unos años, los residuos plásticos dejen de ser residuos para pasar a formar parte del mobiliario urbano.

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