Cristiana Couceiro. El "collage vintage" más actual

Cristiana Couceiro es, sin duda, una de las más destacadas diseñadoras en un estilo en auge: el «collage vintage». En sus láminas las fotos antiguas comparten protagonismo con figuras geométricas coloridas y múltiples elementos aleatorios que aportan un carácter bizarro y definen su obra como auténtico pop de vanguardia. Con este particular estilo, la artista natural de Lisboa ha conseguido algo casi imposible: diferenciarse en un sector tan saturado de nombres y corrientes como es la ilustración y el diseño gráfico.


El diseño suele ser una evolución progresiva de lo que se venía haciendo, incorporando pequeños cambios cada vez, pero siempre siguiendo una evolución «continua». No obstante, a veces el diseño gráfico nos sorprende con planteamientos disruptivos que en gran medida rompen con esta tónica de evolución paulatina. Hasta hace unos años, diseñar usando fotos en blanco y negro no era tan habitual pero en poco tiempo ha pasado de casi no usarse a ser un signo de estar a la última.

Cristiana Couceiro ha sabido explotar como nadie este reciente impulso de acercarse a la estética de antaño. En sus obras, las imágenes monocromáticas y duotonales son el eje de composiciones pop y modernas. El contraste de figuras geométricas coloridas (influencia del más actual minimalismo) aleja al Blanco&Negro de esa concepción aveces peyorativa de antiguo, haciéndola positivamente vintage.
La tónica retro se mantiene en todos los detalles de cada obra. La paleta de colores escogida tiende hacia tonos propios de cartelería antigua. Por si fuera poco, los fondos son casi siempre tonos “crema” o sepias, evocando el color del papel de las fotografías antiguas. Estos detalles se mezclan con figuras geométricas y composiciones nada tradicionales, con el fin de dar una sensación de estar viendo algo del pasado a través del dioptrio de la actualidad.

El collage permite a la artista convertir en arte puro todos los elementos de cada lámina. Incluso aquellas creaciones donde aparecen personajes polémicos, ídolos de la sociedad o incluso frases y ecuaciones matemáticas, la composición no se aleja en ningún momento de la más estricta neutralidad política e histórica. Nada de lo que aparece significa más de lo que visualmente es. Y es esta abstracción total de la realidad, este rechazo al contexto, lo que acerca su obra al público general y le da un toque bizarro muy trendy.

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