Diseño y fabricación de bicicletas. RS Acero Cycles
El equipo de ETSIDI Design hemos vuelto a salir de Madrid, y en esta ocasión hemos tenido la oportunidad de visitar a un artesano de las bicicletas en Logroño. Se trata de un taller en el que Reyes se dedica a fabricar bicicletas desde cero, sin utilizar ningún tipo de proceso industrial, únicamente con herramientas convencionales y la habilidad de sus manos. Aquí os dejamos esta interesante entrevista en la que hemos podido conocer de primera mano cómo se trabajan artesanalmente las bicicletas de RS Cycles.
¿Puedes presentarte a nuestros lectores?
Soy Reyes Soriano, tengo 36 años y vivo en Logroño. Estudié Arquitectura Técnica en Granada, y actualmente me dedico al diseño y la fabricación artesanal de bicicletas.
Si tuvieses que explicar a un amigo de una forma sencilla en qué consiste tu trabajo, ¿cómo lo definirías?
Trabajo siempre por encargo, hago cuadros de acero a la medida de una persona, trato de entender sus necesidades e intento materializarlas en un producto personalizado que le haga feliz.
Para ello tienes que conocer bien el mundo de las dos ruedas, ¿cuál ha sido tu relación con las bicicletas a lo largo de tu vida?
Prácticamente siempre han estado presentes; mi primera bicicleta fue heredada, la mítica BH roja de paseo tan popular; recuerdo que veía el Tour y La Vuela y me fascinaban las primeras bicicletas de contrarreloj que aparecieron a finales de los 80 con aquellas formas tan extrañas; de esa época viene mi afición por las bicicletas de carretera, que siempre ha sido la disciplina que más he practicado; supongo que también de ahí viene mi pasión por los diseños y las geometrías que tanto ocupan mi tiempo actualmente.
¿Qué te llevó a empezar con el taller?
Para lanzarme y poner en marcha todo el proyecto con garantías lo más importante ha sido disponer de tiempo para poder concentrarme y afrontar el reto de hacer realidad un sueño, requiere mucho sacrificio y dedicación hacer bicicletas desde cero. Por otro lado, equipar el taller me ha resultado bastante complicado ya que muchos útiles me los he tenido que diseñar y fabricar yo, otros solamente los he podido conseguir fuera de España y los tiempos de espera parecían no terminar nunca, resultó muy frustrante, pero todo llega y la felicidad cuando terminé el primer cuadro fue inmensa.
¿Cuál ha sido el proceso desde esa primera idea de empezar hasta ahora?
Ha sido un camino muy largo; primero libros, internet, conversaciones con viejos constructores, entre otros tuve la suerte de conocer a Domingo Perucha… más adelante conocí a Mattia Paganotti (Legor Cicli) del que aprendí la base de técnicas y procesos; luego practicar mucho, equivocarme mucho también y por supuesto aprender de los errores y mejorar; ahora cada día sigo aprendiendo y definiendo mis métodos, es un crecimiento constante que me está enriqueciendo muchísimo, descubro cosas nuevas todos los días y poder darle forma con mis propias manos a las ideas es muy gratificante.
¿Por qué esa filosofía de hacerlo todo manualmente?
Siendo hijo de carpintero y nieto de sastre, conozco de primera mano tanto las dificultades como las satisfacciones de los trabajos artesanales; y viendo el resultado final de un cuadro terminado, merecen la pena todos los sacrificios del proceso de fabricación. Lo veo como mi pequeña aportación a que no desaparezcan los oficios de siempre frente a las producciones en masa y todo el significado que eso tiene a nivel social.
Dentro de la libertad que te deja el cliente, ¿en qué consiste tu proceso creativo?
La parte creativa donde más disfruto es en los pequeños detalles, en los remates, cosas que por lo general no planifico si no que surgen mientras trabajo el acero; de hecho hay veces que imagino como hacer esos detalles antes de empezar y la hora de la verdad no hago nada como lo había pensado y acabo eligiendo una solución más larga y complicada pero que en el fondo me gratifica mucho más el resultado.
¿Cuál es tu metodología a la hora de realizar un proyecto?
Lo puedo resumir en tres fases. La primera engloba todo lo relacionado con el diseño, se define conjuntamente con el ciclista el tipo de cuadro y el uso que le va a dar a la futura bicicleta, se elige la tubería y hago el diseño de la geometría del cuadro en función de las medidas físicas del ciclista.
Con los planos perfectamente definidos comienzo la segunda fase, la fabricación, entran en acción sierra, limas, lijas, soplete y una serie de útiles y herramientas específicas en las que me apoyo para ir cortando, encajando, uniendo y alineando los distintos tubos y piezas, es la parte más gris pero donde más disfruto definiendo pequeños detalles de acabados de uniones.
La tercera fase la ocupan los acabados, pintura, vinilos y decoraciones.
¿Puedes contarnos la forma en la que trabajas el metal y la soldadura?
Las uniones a tope entre los distintos tubos las hago con sierra, limas y lijas; una vez que los tubos encajan en el punto correcto comienzo con la soldadura, la técnica de soldadura que utilizo se llama fillet brazing; mediante soplete y aportación de aleaciones de latón y plata se crea un cordón de unión de un color amarillento.
Muchos de nuestros lectores son estudiantes de diseño industrial, ¿Qué consejos les darías a todos ellos ahora que están formándose?
Mi principal consejo es que os manchéis las manos y que os mováis. En mis años de estudiante había muchos momentos en los que perdía el contacto con la realidad hasta el punto de no encontrar mucho sentido a de qué forma tanta teoría pudiera tener una aplicación a la vida laboral, echaba en falta más práctica real, más acción y menos aula. Creo que es fundamental explorar todos los caminos e inquietudes que tengáis y tratar de que los conocimientos que vais adquiriendo vayan saliendo y necesiten ser utilizados sin esperar al momento de terminar los estudios y enfrentarse a la vida laboral.
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