¿Puede el diseño ayudar a los refugiados?

La respuesta es sí. La ola de refugiados que huyen de la guerra es un fenómeno que no solo los afecta a ellos, que llegan a un país extraño prácticamente con lo puesto, si no a todos los países a los cuales se dirigen. La crisis de los refugiados es una crisis humanitaria porque el mundo, pero sobre todo Europa en este caso, tiene el deber moral de acogerlos pero no está preparada para recibirlos. Se necesitan recursos para proporcionarles agua, alimento, alojamiento, condiciones médicas e incluso educación para los niños, ya que no se sabe el tiempo que tendrán que quedarse. Los recursos mínimos para la dignidad.

Toda crisis es el caldo de cultivo perfecto para que el mundo siga avanzando. El libro “La buena crisis” de Alex Rovira  nos da un montón de ejemplos que demuestran que en el momento en el que somos conscientes de los problemas es entonces cuando surge la creatividad, las ideas, los proyectos y el talento para resolverlos.

La empatía es el arma que nos ha dado la naturaleza para ponernos en el lugar del otro, sentir dolor o injusticia nos lleva a preguntarnos ¿qué puedo hacer yo? ¿cómo puede el diseño ayudarlos?

UNHCR

La ONU El Alto Comisionado de los Derechos Humanos (ACNUR) cuenta con una plataforma que dispone de un fondo destinado a la innovación e ideación de proyectos de ayuda humanitaria relacionada con los refugiados.

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La organización aplica la metodología de uso validado (lean startup) para generar productos mínimos viables (MVP) y prototipos, probar y trasladar soluciones inmediatas a las personas desplazadas por la fuerza.

MOM incubators

La supervivencia de los bebés prematuros depende en sus primeros días de un ambiente que les proporcione las condiciones necesarias para completar el crecimiento, las incubadoras que permiten que esto ocurra son máquinas grandes y enormemente caras, que no pueden desplazarse fácilmente ni se encuentran en los lugares con menos recursos.

Viendo este problema, James Robert y su equipo crearon y siguen trabajando en MOM, una incubadora portátil, controlada mediante electrónica e inflable que permite evitar la muerte de bebés prematuros en zonas como los campos de refugiados donde no se dispone de los medios necesarios.

Las tiendas multiuso de Abeer Seikaly

Abeer Seikaly, arquitecta y diseñadora, ha creado unas tiendas multiuso para los desplazados. Su invento totalmente biodegradable, cuenta con parte destinada a refugio, parte destinada a ducha y con tuberías instaladas. Modelado a partir de una combinación de piel de serpiente y telas tejidas al estilo tradicional, la tienda de doble capa puede proteger de la lluvia y del frío y, al mismo tiempo, permite respirar aire fresco y expulsar el aire caliente durante los meses de verano.

La energía solar se almacena en el tejido para permitir la recarga de las baterías durante la noche. El agua de lluvia se recoge y almacena en los compartimentos externos tejidos, de modo que puede utilizarse para uso doméstico e incluso para la ducha, filtrada mediante un sistema de termosifón. Además estas estructuras pueden doblarse con facilidad y permiten el transporte rápido y su instalación en aldeas de refugiados o en caso de desastres naturales.

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Lighting Maracas

Lighting Maracas es un proyecto de Jin Won Heo y Chang Man Son que busca ofrecer una solución al problema de los niños que se encuentran en los campos de refugiados, sin hogar, solos, aburridos, sin acceso a educación y en condiciones precarias.

Su diseño consiste en una maraca-linterna que produce ruido llenando su interior con arena y la luz a través de un sistema eléctrico con una batería que se carga con el movimiento. De esta manera, el objeto permite jugar con él y además alumbrar en forma de foco o mediante luz ambiente.

The Lampedusa Door Stopper

La organización alemana CUCULA (Refugees Company for Crafts and Design) trabaja con refugiados para elaborar productos que puedan ser vendidos y ayudar de esta manera a mejorar la situación en la que viven. The Lampedusa Door Stopper es una cuña de madera extraída de un barco cualquiera en el que llegaran los inmigrantes a la isla italiana de Lampedusa, que ha sido tratada y grabada para que pueda sujetar una puerta.

Este proyecto solidario no se trata de ningún objeto funcional (aunque podría utilizarse), pero viene presentado con la idea de ser llevar al resto del mundo el mensaje reivindicativo de sus creadores: “No cerremos las puertas a los refugiados”, mejor sujetémoslas para que siempre estén abiertas.


El cambio empieza dando el primer paso.

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