Una escapada a la escuela de la Bauhaus
Terminados los exámenes es hora de disfrutar del verano y desconectar, y qué mejor que aprovechar para viajar y empaparse de cultura. Este blog tiene la suerte de contar con muchos colaboradores que quieren compartir sus experiencias con nosotros. En esta ocasión tenemos la suerte de contaros cómo es la escuela de la Bauhaus.
Algunos de nosotros hemos tenido la oportunidad de pasar unos días en la parte Este de Alemania coincidiendo con la celebración de Melt! Festival en la localidad de Gräfenhainichen. Este evento musical, reconocido como el mejor festival underground según Resident Advisor, está ubicado en Ferrópolis, una antigua mina convertida en un espectacular museo al aire libre, cuyas gigantescas grúas evocan un ambiente postapocalíptico, donde queda patente lo diminuto del ser humano.
La relación de este espacio con la que fue responsable de sentar las bases que a día de hoy tenemos en el sector del diseño, es que surgió como propuesta de algunos trabajadores de la propia escuela de la Bauhaus, cuya sede en Dessau se encuentra a pocos kilómetros de este lugar.
Es por ello que resulta obligado visitar el emblemático edificio que sirvió como sede de la escuela desde 1925 hasta 1932. Diseñado por el entonces director de la misma, Walter Gropius, está dividido en 4 partes claramente diferenciadas; ala norte, puente, ala de talleres y edificio de estudiantes, dispuestas en forma de hélice. El ala de talleres destaca por su enorme cortina acristalada, que es además uno de los rasgos más identificativos del edificio y el ala norte el cual albergaba en su interior las aulas donde se impartía la docencia. El puente busca servir de nexo entre ambas.
Cabe destacar el contraste que existe entre estas dos partes, una de ellas con rasgos mucho más sobrios y carentes de ornamentación, precisamente para diferenciar las tareas que se llevaban a cabo en el interior de cada una. Por otro lado, la residencia de estudiantes se encuentra unida al resto del edificio por medio del salón de actos. El mayor reclamo de este edificio es su aspecto exterior, excelentemente cuidado y conservado, donde la elegancia y las formas simples, siguen deslumbrando hoy en día.
Actualmente es utilizado como oficinas de la Fundación Bauhaus, sin embargo, está permitida la visita a su interior. Si bien de un espacio como la Bauhaus cabría esperar un gran repertorio de piezas, tan sólo encontramos exposiciones temporales, dada la escasez de espacio.
Cabe mencionar la construcción, también en Dessau, del museo de la Bauhaus, diseñado por el estudio español González Hinz Zabala, cuya finalización está prevista para el año 2019, conmemorando así el centenario del nacimiento de la escuela, y que permitirá a los asistentes admirar de forma inmediata las más de 40 000 obras que se encuentran hoy en día almacenadas. Se debe a ese motivo, la ausencia actual de las exposiciones que se esperan en la que fue una de la escuelas más importantes para el diseño.
Fotos por Antonio Sánchez Garrido
Texto e imagen por Jose Luis Fernández Pulido
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