Si el acero fue el material del siglo XIX y el hormigón el del siglo XX, la madera será el del siglo XXI afirma Timothée Boitouzet, joven arquitecto galardonado como uno de los mejores innovadores menores de 35 años en 2016 otorgado por MIT Technology Review gracias a la revolucionaria madera traslúcida con la que propone combatir la crisis habitacional que la ONU certifica que existirá en las próximas décadas como consecuencia del continuo incremento de la población.

Por si no lo sabíais, se espera que seamos unos mil millones más dentro de 15 años.

Tras especializarse en Ciencia de Materiales en la Universidad de Harvard, inspirarse en la arquitectura nipona en el Instituto Tecnológico de Kyoto, Japón y pasar un período de investigación en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), con el propósito de poder garantizar la construcción de viviendas de manera diligente y sostenible, el novicio proyectista ha fundado su propia empresa Woodoo, cuyo objetivo es poder producir a escala industrial el nuevo material con el que se construirán los rascacielos del futuro.

Pero, os estaréis preguntando todo esto de la madera traslúcida, ¿de qué va? ¿cómo se puede combatir la crisis habitacional?

La madera traslúcida de Boitouzet se contrapone a otras maderas tratadas como el CLT y surge de la idea de aprovechar la mejor cualidad del material, su resistencia, modificando sus componentes para sumar nuevas propiedades al producto final. El proceso químico consiste en separar por un lado la lignina, que para los que no sepáis mucho de madera es la sustancia opaca que confiere la resistencia, para después extraerla y sustituir el aire; que comprende entre un 60% y un 90% de la estructura restante; por una mezcla de polímeros que aumentan su resistencia hasta 10 veces. El resultado es un panel que mantiene la integridad estructural del material y a la vez permite el paso de la luz.

Por lo tanto, si hasta la fecha de hoy el usufructo de madera en la construcción y producción industrial ha estado limitado por su carencia de cualidades indispensables para ser práctico ya que puede pudrirse, es inflamable y posee una resistencia mecánica limitada,  la madera traslúcida diseñada por el joven galo se considera revolucionaria ya que no se descompone, es impermeable, ignífuga, ligera, consta de propiedades mecánicas 3 veces mayores de las de la madera convencional (se puede construir 3 veces más alto con ella) y su producción es sustentable, puede emplearse para su fabricación cualquier tipo y calidad de madera, lo cual se considera ventajoso a la hora de producir en cantidades industriales en vistas de que se trata de un bien imprescindible para garantizar la conservación del medio ambiente.

El uso del material en un tiempo en el que la arquitectura sostenible es estrictamente necesaria, supondría la reducción de las emisiones de CO2 que están asociadas a la edificación, ya que esta madera es capaz de capturar la molécula en vez de producirla.

A día de hoy la fabricación de estos paneles se limita a algunos centímetros, sin embargo Boitouzet se propone seguir desarrollando su proyecto para poder iniciar el próximo año el empleo del material en muebles de alto standing, y proseguir en las sucesivas anualidades con la producción de fachadas, tejados y suelos hasta lograr a su objetivo, rascacielos enteros.

Otro exponente importante en cuanto a madera translúcida se trata de la iniciativa llevada a cabo por el Royal Institute of Technology (KTH) de Estocolmo, quienes producen de una manera similar introduciéndo polimetilmetacrilato, un polímero plástico que tiene alrededor de un 93% de transparencia. Además podemos encontrarnos microchips hechos de madera que en vez de utilizar el silicio emplean a una celulosa nanométrica. Aquí podéis encontrar más acerca de ello. Enlace