¿Diseñar para la Diabetes o la Diabetes para Diseñar?
Hoy en día todos sabemos que la medicina ha conseguido grandes avances a lo largo de la historia. Nuestra esperanza de vida ha aumentado y muchas de las enfermedades que antes aterraban a la población ahora son de lo más común, ya que están controladas gracias a las nuevas tecnologías. Una de ellas es la diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad natural de producir la hormona de la insulina. Por lo tanto, las personas enfermas de diabetes tienen un exceso de azúcar en sangre y con el tiempo, sus tejidos se ven irremediablemente dañados. Esto es lo que provoca que, a día de hoy, en países desarrollados como EEUU se realicen más de 100.000 amputaciones al año.
Actualmente, los pacientes diabéticos han ganado en calidad de vida, pero si pensamos que todos los avances tecnológicos están a su alcance, aquí llegan dos proyectos que nos harán cambiar de opinión.
‘Prevenir es la clave’
Siren Care ha diseñado un calcetín inteligente preparado para monitorizar y controlar la salud de las personas diabéticas en el día a día, y así prevenir daños causados por la enfermedad.
Y te preguntarás, ¿qué tiene que ver la diabetes con los pies? Pues resulta que los pacientes diabéticos son propensos a padecer hinchazón en ellos, ya que este tipo de tejidos se daña más que otros. Esto puede llevarles a sufrir heridas, ampollas e incluso amputaciones. Es esencial detectar este tipo de indicadores ya que, si la diabetes no es controlada, puede llegar a causar la muerte.
Para establecer un seguimiento de la enfermedad en los pacientes, estos calcetines llevan incorporados sensores térmicos, llamados “Siren Smart Textile”, diseñados para detectar la inflamación que tiene lugar en los pies y así poder tratarla a tiempo. Estos sensores están integrados en el tejido del calcetín de forma que toda la información que reciben es enviada a una aplicación del teléfono móvil, que alertará al usuario para que compruebe los niveles de azúcar. De esta forma, el paciente no tiene que estarlos controlando cada cierto tiempo a lo largo del día, ya que cuando estos varíen demasiado, sonará una alarma en la aplicación del móvil.
Estos calcetines pueden lavarse y cada uno contiene una batería preparada para 6 meses de duración. Solo se consumirá energía cuando se lleve la prenda puesta y así se ahorrará la máxima carga posible.
Los cofundadores de estos calcetines, creen que los sensores utilizados podrían llegar a analizar la presión, la humedad, etc. De forma que, en el futuro, otras prendas podrían estar diseñadas para detectar los daños que están produciendo otras enfermedades en diversas partes del cuerpo.
Otros diseños como ‘Surrosense Rx’ y ‘Pressure Guardian’ han sido creados con el mismo objetivo, pero los calcetines de Siren Care son el producto más adecuado hasta ahora, ya que es el que más se acerca a la piel de los pies.
‘Azúcar Virtual’
Este otro proyecto está basado en los avances realizados en el campo de la realidad virtual, cuyos últimos retos son reproducir sabores de forma real y las sensaciones que se producen al comerlos, con el objetivo de que sus usuarios reduzcan el consumo de ciertos alimentos. La idea es conseguir aplicarlo en personas con dietas restringidas o controladas, que no pueden tomar ingredientes específicos. La diabetes se encuentra dentro de estos objetivos ya que los enfermos deben controlar los niveles de azúcar ingeridos a lo largo del día, por lo que deben evitar las comidas y bebidas azucaradas.
El primer diseño de esta iniciativa se llamó ‘Lollipop’ y es una piruleta virtual formada por electrodos. Con este modelo no se consiguió el sabor dulce del todo, por lo que decidieron seguir mejorando el proyecto.
Estos cambios consistieron en sustituir los dispositivos eléctricos por una caja con dispositivos termoeléctricos, con los que podemos saborear y sentir la comida entre los dientes. Estos dispositivos realizan cambios bruscos de temperatura de forma controlada, para conseguir imitar distintos sabores. Algunos participantes en el ensayo de este proyecto aseguraron que con temperaturas por encima de los 35 ºC percibían sabor picante, mientras que bajo los 18 ºC saboreaban la menta.
Nimesha Ranasinghe, de la Universidad Nacional de Singapur, lleva tiempo trabajando en este diseño para conseguir lograr el sabor dulce virtual, lo que ayudaría a satisfacer el apetito de pacientes diabéticos y a mejorar la calidad de su vida cotidiana.
No obstante, este dispositivo no sólo puede ayudar a los afectados por la diabetes a controlar el consumo de azúcar, sino que también podría orientarse a cualquier persona que no puede comer satisfactoriamente por tener la mandíbula débil, intolerancias, alergias, problemas de alta presión arterial, etc.
Con estos dos productos comprobamos cómo el futuro se acerca fusionando diseño y tecnología para avanzar en campos de la ciencia, como la medicina. Además de crear productos que mejoren la calidad de vida de muchas personas, se consigue que el diseño crezca como disciplina, descubriendo nuevos campos de aplicación.
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