EVO 03: La revolución del sonido
Desde el uso militar hacia el uso cotidiano. El desarrollo tecnológico que hay detrás de un artículo tan simple como importante: Los auriculares.
¿Innovación o estrategia de marketing? Esa es la pregunta que el nuevo y más polémico artículo de Apple ha suscitado: los AirPods. Pese a su corta historia, la evolución que han sufrido los cascos durante su siglo de vida ha sido inmensa, desde un uso puramente profesional en el ámbito militar hacia la concepción de los mismos en un entorno de ocio.
Los primeros cascos que fueron desarrollados con éxito por Nathaniel Baldwin en 1919, surgieron de la necesidad de escuchar las señales eléctricas en las telecomunicaciones y fue vendido a la armada estadounidense. Posteriormente sería la compañía alemana Beyerdynamic quien partiendo de esta idea introduciría los primeros auriculares con sonido de alta calidad, revolucionando el diseño a través de la introducción de unos mini altavoces. Este nuevo modelo, el DT-48, fue el primero en llegar al mercado, abandonando la exclusividad en el ámbito militar, alcanzando a un nuevo tipo de usuario.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la producción en Alemania se vería interrumpida. En la década de los 50, con la victoria de Estados Unidos, se produce un cambio de mentalidad muy importante, naciendo la cultura Pop en los 60. El ocio va a cobrar mayor protagonismo en la sociedad de consumo. Sería John C Koss quien adaptaría la tecnología estéreo, lo que supuso un enorme avance para la industria de la música al aumentar el uso doméstico del los casettes y con ello la demanda de cascos. Aprovechando toda esta revolución mediática se crean nuevas campañas de marketing en las que se hizo uso de la intervención del famoseo de la época a través de figuras como Los Beatles, cuya imagen sirvió para catapultar la comercialización de los “Koss Beattlephones”: los primeros auriculares con firma. La era consumista contó con nuevas campañas publicitarias que envolvieron la venta de estos productos asociándolos cada vez más con colores vivos que invitaban a relacionarlos con su uso cotidiano.
Los cascos se hacen cada vez más ligeros propiciado por la aparición del Walkman, que introducía el concepto de “música portable” en la década de los 80. Pero no será hasta el año 2000 cuando surgen los primeros auriculares como tal, abandonando el modelo de cabeza entera para hacerlos más cómodos y ergonómicos. Apple fue pionera en esta idea con sus Apple Earpods, renegando ante la innovación en el diseño que supusieron los modelos “Plug In”, los cuales se introducen en el canal auditivo aislando de forma más eficiente el sonido. Aunque parezca contraproducente, Apple siempre ha utilizado esta estrategia de mercado para distinguir sus productos de los de la competencia.
Los nuevos AirPods apuestan por enfatizar el producto con un diseño de gran valor tecnológico, como ya hizo la gama Beats de Dr Dre. A pesar de sus posibles desventajas a nivel de uso, como su limitada autonomía o su fragilidad, el mero hecho de ser un producto comercializado por la empresa de la manzana hace de ellos un artículo atractivo para el cliente.
Una tecnología tan avanzada ha provocado que las prestaciones del producto hayan perdido importancia frente al renombre de la marca. La funcionalidad del producto ha pasado a un segundo plano y las marcas han tomado el control del mercado, adueñándose de la psicología de los usuarios poniendo todo el interés en sus campañas publicitarias, incitándo al consumo de sus productos a pesar de su cuestionable utilidad.
Escrito por Paula Santolaria y Marta Garrote.
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