¿Cómo nos moveremos en el futuro?

Uno de los factores más difíciles del proceso creativo en el trabajo de un diseñador es la innovación. Cada vez que nos enfrentamos a la creación de un objeto nuevo estamos condicionados por todos esos objetos que hemos conocido y estamos acostumbrados a ver: las primeras lámparas eran como velas, los primeros coches eran carruajes con motor e incluso los cohetes espaciales están condicionados por el tamaño del culo de los caballos.

Los coches automáticos llevan en ensayo y error desde 2005 cuando Sebastian Thrun y su equipo de la Universidad de Standford ganó el DARPA Gran Challenge con su primer prototipo de coche automático. Desde entonces, numerosas marcas compiten en la investigación que propicia el reto de conseguir coches que se muevan sin necesidad de un conductor.

Algunas empresas como Audi con el RS7 Pilot Driving Concept  buscan seguir la línea de lo que se lleva haciendo y otras, como Mercedes con Vision Tokio Concept apuestan por un modelo más futurista.

Por otro lado, otras como Volvo buscan ir más allá, aportando no sólo autonomía o un diseño concreto sino una funcionalidad mejorada y por eso han creado Concep 26, con tres opciones distintas: conducir, descansar o relajarse.

Concept 26
Concept 26

¿Qué sería lo primero que haríamos nosotros si quisiéramos crear un coche automático? Quitar o inutilizar el volante. Eso es lo que han hecho estos tres modelos que hemos visto, ninguno de ellos se ha arriesgado aun a partir desde cero y crear un nuevo concepto de vehículo autónomo. Google sin embargo, sí propuso a sus ingenieros y creativos empezar desde la hoja en blanco y despojarse del concepto de coche tal y como lo conocemos.

Su modelo no deja de ser una caja con ruedas, pero el sensor situado encima, sus formas curvas, su tamaño y la disposición de todas sus piezas interiores han sido pensadas desde la mayor eficiencia para la funcionalidad y no como un cambio o mejora a lo que ya existía. Con este coche es imposible perderse, ya que gracias a sus famosos mapas está localizado siempre. Está incorporado con sensores que detectan lo que hay alrededor de nosotros, por lo que si se encuentra con un viandante o un ciclista, el coche decidirá gracias a su software la velocidad y trayectoria óptima. Funciona con baterías eléctricas y está diseñado sin volante.

Primer prototipo del proyecto Google Self-Driving Car
Primer prototipo del proyecto Google Self-Driving Car


Aun no existe una legislación que permita a estos coches circular por el mundo (por el momento sólo el estado de California ha dado el paso) y no son pocos los problemas éticos que plantea su utilización, pero está claro que son el transporte del futuro y serán los mejores diseños, combinación de su estética y funcionalidad, los que entren en el mercado.

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