Pantallas transparentes y flexibles. OLED
A pesar de tener ya unos cuantos años de vida, las pantallas transparentes no han perdido protagonismo, desafiando así la tendencia a la que nos tienen acostumbrados los gigantes tecnológicos. Desde los primeros prototipos en los que se implantó esta novedad ha habido importantes avances en cuanto a calidad y aplicaciones. Y es que la tecnología OLED, junto con el HDR (alto rango dinámico), promete arrasar en el mundo de los televisores.
La clave del éxito está en que la propia pantalla es la fuente de iluminación gracias a diodos orgánicos que se iluminan independientemente unos de otros, lo cual permite una aproximación más exacta a la gama de colores con brillo, saturación y contraste.
Lo que más recuerdo es el negro puro que envuelve todo y resalta todo el color y el brillo de la Tierra. Sólo LG OLED TV me ha hecho revivir esa experiencia. Michael López-Alegría
Esa experiencia de la que nos habla el astronauta en el anuncio del televisor LG se basa en eliminar la necesidad de un panel que ilumine para proyectar la imagen. Los píxeles OLED emiten luz orgánicamente sin retroiluminación y se apagan completamente, por eso el negro “es negro puro”. Además de un mayor contraste y manejar un rango de colores más amplio, el hecho de que cada píxel se ilumine de manera independiente supone un importante ahorro energético y de espesor. El mundo del automóvil ya se ha apuntado a la tecnología OLED: coches como el BMW M4 GTS y Audi TT RS tienen faros traseros OLED.
Futuras promesas
La tecnología OLED no necesita de una fuente trasera de iluminación, lo cual hace que sea perfectamente compatible con la transparencia, implantados en materiales como cristal o plástico. La compañía americana Planar Systems apuntó 2016 para la comercialización de estas pantallas transparentes OLED de 55 pulgadas, las mayores por el momento, destinadas a empresas, publicidad y entornos comerciales.
Hace un par de años LG presentaba un panel de 1200 x 810 de resolución enrollable en un tubo de 6 cm de diámetro, y han vuelto a ellos en la feria CES 2016 en las Vegas. Colocando los OLED en una película de poliamida han conseguido paneles transparentes, flexibles e incluso enrollables, y pretenden instalarlos en televisores de 60 pulgadas para el 2017.
La compañía, que ya presentó en 2015 estos televisores de 55 pulgadas, 1 mm de espesor y 2 kilogramos de peso, ha realizado una inversión de 8.700 millones de dólares para una nueva fábrica que se encargará de la producción de tecnologías OLED.
Por su parte, Samsung lanzó el pasado verano sus nuevas pantallas transparentes y espejo que combinan OLED con la tecnología Real Sense de Intel, para un control por gestos y no por tacto. Sin embargo, no destinará estas pantallas al usuario de a pie, sino a grandes empresas. Lo que está claro es tiene un futuro prometedor, pero el gran desafío aún es la implantación en el día a día.
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