CaixaForum Madrid presenta la exposición “Miró y el objeto”, que podréis visitar hasta el 22 de mayo en el edificio de la Caixa en el Paseo del Prado. En ella se muestra la obra del artista surrealista Joan Miró, explorando su relación con el objeto.

Joan Miró es conocido y reconocido mundialmente por su aportación a las artes plásticas. Sin embargo, al mismo tiempo las desafió con un concepto que él llamó “asesinato de la pintura”. Su objetivo era cuestionar las características, métodos y estética tradicionales de la pintura, las reglas académicas que la regían y romper los límites materiales y dimensionales a los que estaba sometida.

Con el desarrollo de las vanguardias a principios del siglo XX, y especialmente en el contexto del surrealismo, el collage permitió la introducción de materiales no pictóricos en los cuadros. Esto se extendió a lo tridimensional con el assamblage, proceso que consiste en incorporar a la obra objetos con volumen que generalmente no han sido diseñados ni creados con un fin artístico o estético, sino que se integran en el cuadro cobrando ese sentido a posteriori.

Miró fue un coleccionista de objetos a lo largo de toda su vida. Su ojo de pintor y escultor le permitió percibir la carga estética de los productos cotidianos, de las formas y los colores de utensilios, herramientas, objetos de artesanía y todo tipo de artefactos. Los introdujo en su obra como componentes de esculturas y pinturas, negando las funciones para las que habían sido creados y transformando su significado, a menudo con un profundo sentido poético.

Durante un periodo posterior, llamado “segundo asesinato de la pintura” o “antipintura”, intentó romper con las ideas tradicionales de valor económico del arte, rompiendo o quemando las telas.

En esta exposición se nos muestra cómo un artista parte de objetos industriales y productos cotidianos y los transforma en parte de una obra de arte, manteniendo sus formas pero cambiando sus significados. El proceso de aislar la forma de un objeto al sacarlo de su contexto es una vía de diseño con infinitas posibilidades basadas en la libertad creativa. A veces la negación de los significados que asociamos a un objeto nos permite llegar a soluciones formales y funcionales que normalmente no vemos, porque estamos condicionados por el uso o la finalidad que suele tener ese objeto. Os animamos a que os acerquéis a estimular la imaginación y os cuestionéis si una pluma puede ser una bailarina o un tubo de pintura un pájaro.