Han pasado ya más de 150 años desde que se fabricó la primera silla Thonet nº14, y aún se sigue produciendo. A veces llamada silla de los sillas, es más que un modelo capaz de perdurar en el tiempo: marcó un antes y un después en el mundo del diseño industrial.

Michael Thonet era un ebanista de Boppard, Alemania, que comenzó su actividad como fabricante de muebles en 1819. Fabricante de muebles, porque por aquel entonces el término diseñador industrial aún no se había asentado. Obtuvo un gran reconocimiento gracias a sus primeros diseños, pero su mayor éxito llegó tras descubrir una nueva técnica para curvar la madera, después de haberse establecido en Viena. Fue entonces cuando creó la Nº14.

Los diseños de esa época se basaban en la ornamentación y la imitación a la artesanía, poco apropiados para la fabricación en serie. La silla de Thonet era todo lo contrario. Por una parte, sus formas se adaptan al medio y a la técnica de producción, dando como resultado formas mucho más sencillas y elegantes que las de sus contemporáneas. Por otra, las uniones atornilladas permitían hacerla desmontable, lo que ofrecía una enorme ventaja en cuanto a transportabilidad. Compuesta por tan sólo seis piezas de madera de haya, además de la rejilla del asiento y los tornillos de anclaje, permitía transportar hasta 36 sillas en un sólo metro cuadrado.

Era, además, muy ligera: pesaba tan sólo 2,5 kilos. Esto encaja con su función original como silla para cafeterías, ya que se puede mover de un lado a otro sin ningún esfuerzo.

Todo esto permitió comercializar la nº14 a un precio muy competitivo, que llegó a ser inferior al de una botella de vino en el año 1860, y la convirtió en la silla más exitosa de todos los tiempos. En 1930 ya se habían vendido 50 millones de ejemplares.

La firma Thonet obtuvo en esa época una popularidad que ha llegado hasta nuestros días. Ha contado con la colaboración de diseñadores como Marcel Breuer y Mies Van der Roe.

Existen algunos rediseños más recientes, como el desarrollado por Muji en asociación con Thonet. Esta nueva versión de la nº14 pretende eliminar completamente los elementos decorativos de la silla original. Por su parte, el diseñador Robert Stadler también realizó una reinterpretación en 2011 con la silla 107, en la que reemplaza curvas por rectas para simplificar el proceso de fabricación.

También es curioso el rediseño lanzado por Thonet para celebrar el 150 aniversario de esta silla, con un nudo en una de sus patas.

Se ha llegado incluso a diseñar una bicicleta inspirada en esta famosa silla. Está fabricada en madera de haya y emplea la misma técnica para el doblado de la madera.

Hoy en día, la Nº14 es considerada un clásico y es muy valorada en la decoración de interiores. Ya no es la silla que vendió millones en el siglo XIX, pero queda lo más importante: una visión del diseño enfocada a la eficiencia y la innovación. La idea de Michael Thonet de hacer los muebles desmontables para hacerlos más fáciles de transportar, además de hacerlos lo más económicos posible es, después de todo, el origen de IKEA.