Air Ink: la contaminación puesta sobre el papel

El dióxido de carbono que emite tu coche podría usarse como tinta para escribir, dibujar o mostrar una realidad que muchos desconocen. El arte busca emocionar y en ocasiones vemos que cualquier cosa puede convertirse en ello.

Desde hace décadas China es considerada la fábrica del mundo. En pocos años se ha convertido en un motor imparable y a la vez en una de las zonas del planeta más afectadas por la contaminación. La población china sufre a diario los estragos de estos hechos. En 2015, se alertó de una alta contaminación que llegó a imposibilitar la asistencia a clase de los niños e incluso la salida a la calle en numerosas poblaciones. Esto se debe principalmente a que China utiliza el carbón para generar electricidad.

Lo más preocupante es el contenido del aire que respiran casi los 1.000 millones de habitantes del país. Solo analizando las partículas en suspensión encontramos dióxido de azufre, monóxido de carbono, moho, caucho, etc. Estas y otras partículas peligrosas como el PM 2.5, ocasionan miles de muertes anuales y provocan enfermedades cardiovasculares y respiratorias en gran parte de la población. Por ello, Greenpeace empezó a movilizar campañas y en septiembre de 2016 China firmó el Acuerdo de París, comprometiéndose a combatir contra el cambio climático. 

Cerveza Tiger es una de las más populares en toda Asia. Es Producida en Singapur desde 1932 por la empresa Asia Pacific Breweries Ltd. Es el principal socio es la compañía holandesa Heineken y el patrocinador de un proyecto lanzado por el MIT llamado Air Ink.

Desde Graviky Labs (India), perteneciente al MIT Media Lab, han desarrollado un filtro que convierte el hollín de los gases de escape de los vehículos en tinta. Dicho sistema empezó en camiones, transbordadores, chimeneas e incluso grúas alrededor de Hong Kong e India. Los contaminantes capturados se purificaron y convirtieron en tinta segura y confiable para el uso diario. Se fija al tubo de escape de un coche o generador diesel para recoger el escape, que luego se filtra y se convierte en la tinta que llena estos marcadores.

A diferencia del resto de empresas, que emplean combustibles fósiles en los procesos de producción de tinta tradicional, esta compañía asegura que su técnica para producir tinta es totalmente ecológica y, además, mucho más barata que los métodos tradicionales.

Una idea que fue presentada por primera vez en 2013 ha conseguido materializarse. Las partículas necesarias para la fabricación de la tinta son atrapadas por un dispositivo que han desarrollado, llamado KAALINK, que se coloca en los tubos de escape para capturar la polución. Con solo 45 minutos de funcionamiento, el dispositivo reúne el material necesario para producir 29,5 ml de tinta, suficiente para llenar una pequeña pluma. Después, el hollín se somete a diferentes procesos para eliminar los metales pesados y las sustancias cancerígenas. El resultado es carbono purificado rico en pigmento, que después se emplea para fabricar diferentes tipos de tinta. Dicha sustancia sirve para bolígrafos, marcadores y latas de aerosol.

Con el apoyo de Tiger Beer, los productos de Air-Ink fueron entregados a nueve artistas callejeros asiáticos emergentes, entre ellos Bao Ho, Caratoes, Cath Love, Xeme y Kristopher H, quienes los usaron para crear espectaculares murales y publicidad en el distrito Sheung Wan de Hong Kong.

http://www.air-ink.com/gallery/#story

El equipo del MIT Media Lab optó por el crowdfunding como sistema de financiación para la futura comercialización de Air Ink. Esperan conseguir la recaudación suficiente y empezar a entregar pedidos desde junio de 2017. La mercancía más económica incluye un marcador de 2 mm y tiene un precio de 35 dólares.

A veces los diseñadores tienen que idear nuevas maneras de llegar a una solución, arriesgar con la creatividad desbordante de sus mentes. Se trata de buscar no solo soluciones viables, sino que impliquen a las personas, que transmitan y creen una inquietud o nos den algo en lo que reflexionar. Proyectos como Air Ink demuestran que las problemáticas actuales pueden ofrecernos grandes oportunidades.

El diseño no solo estética, es despertar social.

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